Al mirar atrás en mi trayecto artístico puedo darme cuenta del rol tan importante que cumplía el elemento agua en mis producciones artísticas. Cuando comencé a acercarme a este elemento fue pura curiosidad. Mi primer trabajo fue Biología y Forma, una serie de imágenes tomadas en una corriente de agua a la altura de mis pies, donde -mediante efectos de agua que había calculado durante un año- se podían ver diversas formaciones que remiten a vistas aéreas de diferentes islas o continentes.
Leer más sobre la serie Biología y Forma.
Con el tiempo, las diferentes obras fueron aflorando: Las Formas del Agua, Cielo Invertido, Pedazos Fósiles de Alma, entre otras series que evocan este elemento a través de su composición y colorimetría. Y fue, acompañada de estas obras, que pude darme cuenta de los diferentes efectos que este arte iba generando en mí y en diferentes personas con las que tenía la oportunidad de conversar.
Cualquier obra de arte tiene la capacidad de transformar los espacios desde lo visual, lo emocional y energético; cuando hablamos exclusivamente del elemento agua -que es el elemento que hoy me convoca- ya sea que estemos imaginándonos una obra que incluya un mar, río, lluvia, lagos o que sea abstracta en sus formas -ondas, formas irregulares y asimétricas-, estas representaciones llevan consigo un lenguaje profundo que impacta directamente en el ambiente y en quienes lo habitan. De hecho, dediqué un trabajo completo a este “lenguaje oculto” que se llamó Las Formas del Agua, en donde investigaba el comportamiento del agua en diferentes superficies acuosas: lagos, charcos, ríos, marcas de hidrolavadora, bachas de agua e incluso una fruta explotada derramando su líquido… Y fue ahí, en esa repetición de símbolos que el lenguaje propio del agua se desplegaba: sentí hablar a la materia, que ella me contaba de ella misma a través de su escritura.
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Desde tiempos ancestrales, el agua ha sido asociada a la vida, la purificación y el movimiento constante. En muchas culturas, representa la conexión con las emociones, la intuición, la sanación y los procesos de transformación. Cuando este elemento aparece en las obras de arte, despierta sensaciones de calma, introspección y frescura; siempre y cuando hablemos de aguas calmas.
Según el autor Günther Sator la energía del agua estimula la comunicación. Según este autor, con un desequilibrio en el agua, el ser humano puede tornarse olvidadizo, estéril, solitario y aislado. Faltará claridad y visión exacta, los pensamientos serán rígidos y se presentarán pesadillas, insomnio y sentimientos de inferioridad. si existe una carencia de agua que fluye, al ser humano le falta el don de la comunicación libre y activa en el entorno… En déficit de agua hace que las personas se vuelvan obstinadas, conservadoras y prejuiciosas. Y al contrario, poder agregar el elemento agua en movimiento en el entorno y aumentará el talento en el trato con los otros seres, también es mucho más facil establecer contacto con personas extrañas.
Si te gustaría integrar aún más el elemento agua… ¿qué podemos elegir?
En mi opinión, las obras de arte y objetos de autor -sean conocidos o no, lo importante es que sea genuino- que pueden plasmar los diferentes elementos y escenarios energéticos son la representación de más alta vibración. Sin embargo, todo elemento lo podemos representar a través de diferentes objetos. En el caso de que quieras agregar elemento agua a través de objetos se pueden incorporar: cuencos con agua limpia, espejos, objetos que tengas formas asimétricas, colores azules, negros, una fuente, decoración en paredes con formas abstractas, elementos de vidrio -incluso contenedores como floreros-, entre otros elementos que puedan estar relacionados con el elemento agua.
Entonces, si te gustaría trabajar con este elemento en tu hogar…
Lo importante es que la imagen resuene con tu estado interior o con lo que querés invitar al espacio: ¿necesitás más paz? ¿más fluidez? ¿más conexión emocional?
Integrar cuadros con agua en tu hogar u oficina es una forma sutil y poderosa de trabajar la energía del entorno. Este elemento, tan esencial como simbólico, puede ayudarte a reconectar con vos mismo, a equilibrar emociones y a transformar cualquier ambiente en un refugio de calma y belleza.
Si querés saber qué tipo de obra con agua se adapta mejor a tu espacio, podés escribirme y te asesoro encantada 🌊
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Nos leemos pronto. Un abrazo grande,
Melanie